"No podemos decir que la temporada que está terminando haya sido una buena campaña", dijo el presidente de AlgarOrange, José Oliveira, señalando que, aunque esta campaña no se vio muy afectada por la escasez de agua, las próximas podrían serlo, si no llueve más en el futuro.

En este sentido, el responsable de la asociación, que aglutina al 40% de los operadores de cítricos del Algarve, se mostró "temeroso de lo que se avecina, principalmente por la perspectiva de que siga faltando agua en el futuro".

José Oliveira indicó que, en la región donde se produce casi el 90% de los cítricos de Portugal, la producción de este año "aumentó entre un 15 y un 20% respecto a un año normal", pero subrayó, sin embargo, que este aumento "no fue acompañado de un incremento del valor del producto".

Otro problema tiene que ver con la contracción de la demanda, que provocó un descenso de los precios y un desvío de la producción del consumo doméstico a la industria, que paga precios "mucho más bajos", señaló.

"No podemos decir que estamos satisfechos, cuando fue una campaña muy difícil y la próxima puede ser más problemática que la anterior", insistió José Oliveira.