Estas conclusiones proceden de un informe publicado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías(OEDT) sobre la venta y el consumo de esta sustancia, conocida como gas hilarante. El informe pretende informar a las autoridades y, en caso necesario, modificar la legislación vigente para proteger a la población.

Teniendo en cuenta los datos disponibles y los daños que puede causar el uso recreativo del óxido nitroso, este grupo ha decidido proponer medidas reguladoras para reducir el acceso del público a la sustancia y el control del comercio, con especial atención a los menores.

Según el informe, en 2020 no se registró ningún decomiso de óxido nitroso mientras que en 2021 se produjeron 93 decomisos de óxido nitroso, en botellas o globos, concretamente en Lisboa, Setúbal y Faro. Durante 2022, ya se han producido unas 35 confiscaciones de óxido nitroso hasta el momento.

El óxido nitroso es un compuesto químico que tiene importantes efectos analgésicos y una baja solubilidad en la sangre y provoca modestos aumentos de la frecuencia respiratoria y, cuando se aplica solo, puede aumentar significativamente el flujo sanguíneo cerebral y la presión intracraneal, según los expertos.