En vísperas del concierto, la ciudad se convirtió en un hervidero de fans que hacían cola ante el majestuoso hotel Copacabana Palace con la esperanza de ver a la estrella.


Se calcula que el aeropuerto de la ciudad recibió 170 vuelos adicionales de fans de todo el mundo, y aproximadamente 1,6 millones de personas asistieron al concierto, algunas desde apartamentos u hoteles iluminados con vistas a la playa, y otras desde lanchas motoras y veleros anclados en las inmediaciones.