En un comunicado, la empresa explica que no se trata sólo de una "victoria personal", sino también de "un hito para Portugal y para la panadería mundial".
"A lo largo de su carrera, Elisabete ha inspirado a las nuevas generaciones, especialmente a las mujeres, a seguir sus sueños y a elevar los estándares de la industria panadera con dedicación y profesionalidad", señala el comunicado.
A sus 46 años, la distinción, otorgada por la Unión Internacional de Panadería y Pastelería(UIBC), le llega por su contribución a la industria y a la "preservación de los procesos y técnicas tradicionales".
La galardonada es la tercera generación de una familia vinculada al sector, pero su visión va más allá de la producción de pan. Es presidenta del Club Richemont Portugal, donde comparte su experiencia y conocimientos.
Para Elisabete Ferreira, ésta "es una victoria que refleja su contribución al sector, elevando el papel de la mujer en la panadería".