"El Gobierno está preparando medidas, en particular en este sector específico de la construcción civil, para facilitar la entrada de inmigrantes", afirmó Manuel Castro Almeida durante una comparecencia en la Comisión de Presupuesto, Hacienda y Administración Pública, en la Asamblea de la República.
Subrayó que "cuando las empresas han firmado contratos con ellos y les dan garantías de vivienda y empleo, no hay razón para impedir la entrada de estas personas".
En la comparecencia, que tuvo lugar en el marco del debate sobre las especificidades del Presupuesto del Estado para 2025 (OE2025), el ministro advirtió de que, con los recursos actualmente disponibles en Portugal, "aparentemente no será posible ejecutar a tiempo todas las obras financiadas con fondos de la Unión Europea".
"Está ocurriendo una realidad que tiene mucho que ver con una cuestión muy grave, que es la cuestión de la inmigración: con los recursos que tenemos actualmente en Portugal, parece que no será posible ejecutar todo a tiempo", afirmó.
Subrayando que "o hay un aumento de la afluencia de inmigrantes, sobre todo para el sector de la construcción, o no habrá condiciones para ejecutar estas obras", Castro Almeida advirtió: "El Parlamento tiene que ser plenamente consciente del alcance de sus posiciones".
El pasado mes de julio, el presidente de la Asociación de Industriales de la Construcción Civil y Obras Públicas(AICCOPN) advirtió de que el sector se enfrentaba a "mayores dificultades" para contratar trabajadores extranjeros desde los recientes cambios en la ley de extranjería, que consideró que aumentan "la rigidez y lentitud" de los procesos de legalización.
"Con los recientes cambios en la ley de extranjería, en particular la derogación del mecanismo de manifestación de interés, ya nos enfrentamos a mayores dificultades en la contratación de trabajadores extranjeros", afirmó el presidente de la Confederación Portuguesa de la Construcción e Inmobiliaria(CPCI), Manuel Reis Campos, en declaraciones a la agencia de noticias Lusa.
El dirigente asociativo destacó que, en un sector en el que la falta de trabajadores ya era "un problema crítico", con un déficit estimado de 80.000 profesionales, este cambio aumenta "la rigidez y lentitud de los procesos de legalización, agravando la escasez de trabajadores cualificados".
El 3 de junio, el Gobierno anunció el fin del régimen excepcional que permitía a los extranjeros entrar en Portugal y sólo después solicitar el permiso de residencia, y anunció la creación de una estructura de misiones para regularizar los procesos pendientes, estimados en 400.000.
El Plan de Acción para la Migración, aprobado ese día por el Consejo de Ministros, incluye el "fin del régimen excepcional que ahora permite la entrada sin reglas, eliminando el llamado procedimiento de manifestaciones de interés", considerado una "puerta abierta y fuente de muchos asuntos pendientes".
En consecuencia, ya no es posible para los extranjeros con visado de turista regularizar su situación en Portugal, para lo que se requiere un contrato de trabajo u otra solución que antes se tramitaba en la red consular portuguesa.