La clasificación es el resultado de un proceso iniciado en 2015 y desarrollado en colaboración con la Asociación Portuguesa de Criadores de Pura Sangre Lusitano, Parques de Sintra, que gestiona la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre, y el municipio de Golegã. El Arte Ecuestre Portugués se integró en el Inventario Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2021.
Según los documentos de solicitud, las entidades promotoras proponen como medidas para salvaguardar esta práctica la creación de un centro de investigación asociado a la Biblioteca Ecuestre D. Diogo de Bragança, en el Palacio Nacional de Queluz, la garantía de la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre como institución de referencia en la enseñanza, y la integración de la equitación como parte de un complemento al currículo escolar, a partir de un proyecto piloto existente en Golegã, entre otras.
Basado en el respeto al caballo para que se establezca una "perfecta armonía" con los jinetes, el Arte Ecuestre Portugués interconecta las dimensiones funcional y artística, "originando dos expresiones inseparables, una popular y otra erudita", como puede leerse en la documentación de la candidatura a la UNESCO.
"En todas sus dimensiones, el Arte Ecuestre en Portugal se diferencia por la posición del jinete en la silla, la vestimenta específica y el arnés. El jinete desarrolla el conocimiento ecuestre, buscando la colaboración suave y consentidora del caballo, sin forzar, intuyendo lo que se le pide", añade el mismo texto.