Desde 2011, el fado está clasificado por la UNESCO como Patrimonio Mundial (Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad) y este año se cumplen 25 años de la muerte de la legendaria cantante. Lisboa es conocida por ser la cuna del fado, donde se puede experimentar la conmovedora música de fado y, en consecuencia, se pueden visitar muchos de los lugares en los que Amália habría actuado.
Ah Amália - Living Experience es una exposición inmersiva permanente que invita a los visitantes a conocer todo sobre el icono portugués, que actuó por todo el mundo a lo largo del siglo XX. A través de ocho salas, los visitantes pueden explorar el legado de la artista con escenografías de época y contenidos interactivos que fusionan lo físico con lo digital, incluyendo realidad virtual, video-mapping 360º, hologramas realistas e incluso Amália actuando en uno de los escenarios más icónicos del mundo: l'Olympia de París.
El holograma realista reproduce sus inolvidables actuaciones, dando vida a la esencia de Amália de una forma extraordinaria y envolvente. Los visitantes están invitados a descubrir el mundo de Amália a través de los visitantes de última generación de este legendario lugar donde cautivó al público con su increíble presencia.
El precio de las entradas es de 20 euros, con descuentos para familias, personas con movilidad reducida y estudiantes, y entrada gratuita para menores de 6 años.
Abierto de lunes a domingo, de 11.00 a 19.00 horas. La experiencia tiene una duración prevista de 1 hora, pero puede tomarse el tiempo que necesite para experimentarlo todo. Para más información, visite www.ah-amalia.pt
Amália Rodrigues (1920-1999), actuó en 68 países en diversos lugares emblemáticos como el Carnegie Hall, el Lincoln Center, el Hollywood Bowl y l'Olympia de París. Llegó a grabar en Londres, en el estudio Abbey Road, y conoció a Frank Sinatra, Ava Gardner, Juliette Gréco y Ernest Hemingway. Amada por sus fans por su voz y sus interpretaciones sobre el escenario, además de actuar en varias películas portuguesas, Amália publicaría 150 discos a lo largo de su carrera, en los que cantaba con el corazón sobre las luchas de la vida cotidiana, el desamor y la pérdida. Cantaba fado principalmente en portugués, pero también en español, italiano, francés e inglés.
La capital portuguesa también rinde homenaje a Amália a través de una obra de arte situada en la Rua São Tomé de Alfama, obra del artista portugués Vhils, titulada "Calçada", que muestra el rostro de Amália creado con piedra tradicional portuguesa. Además, la casa y el jardín de Amália son ahora un museo en São Bento y el Parque Eduardo VII también está dedicado al icono.
El fado sigue estando muy presente en el corazón del país, con muchos artistas recientes que adaptan el fado a su propio estilo y lo venden en todo el mundo, entre los que destacan cantantes como Mariza, Carminho, Ana Moura y Gisela João, entre muchos otros.