"Para Chega, una cosa es acoger a todos los refugiados de guerra que vienen de Ucrania, y otra cosa es acoger -y en eso estamos completamente en contra- a personas que vienen de Bangladesh, de Nepal, de una serie de otros países que no tienen nada que ver con esta guerra [...] vienen de Ucrania, pero no tenemos que atenderlos, son de otros países, no son ucranianos", declaró el diputado municipal de Chega, Bruno Mascarenhas.
En respuesta, el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas (PSD), afirmó la visión de una ciudad multicultural: "No hay ninguna duda, ni puede haberla, en relación con mi posicionamiento y con lo que debe ser una ciudad abierta".
Respecto a las declaraciones del diputado de Chega, la concejala de Derechos Humanos y Sociales, Laurinda Alves (elegida de forma independiente por la coalición PSD/CDS-PP/MPT/PPM/Aliança), consideró "lamentable que se dé voz a una voz que expresa el racismo" en la casa de la democracia de la ciudad de Lisboa, en este caso la asamblea municipal.
"Voz racista"
"Señor, su voz era una voz racista y es absolutamente intolerable. Le diré el número de personas que usted dejaría fuera como personas de condición infrahumana, a las puertas de la ciudad, a las puertas del país, en un sótano del mundo que usted imagina que puede existir: 53 personas de Bangladesh, 93 de Nepal, 345 de India, 107 de Pakistán, 199 de Bielorrusia. Si quiere hacer las cuentas y decirme qué hace con estas personas, porque viendo su color de piel y viendo su cultura de origen, no las acepta, pero todas estas personas residían en Ucrania, son refugiados como el pueblo ucraniano, y mañana le puede pasar a usted", afirmó Laurinda Alves, postura que recibió un fuerte aplauso de la gran mayoría de los diputados.
En defensa, Bruno Mascarenhas intervino de nuevo y dijo: "El concejal confunde el racismo con la defensa de los contribuyentes, lo que estamos hablando aquí es lo siguiente: no tenemos recursos para todos".
"Prefiero proteger a los portugueses"
"Esto no tiene nada que ver con el color de la piel. Tiene que ver con nosotros, aquí tenemos muchos portugueses, mucha gente de Lisboa que vive en situaciones muy complicadas, el ayuntamiento no es rico y no puede acoger a todo el mundo, lo que se pretende es que se priorice a estas personas, y no tengo el menor problema en decirle a la gente cara a cara que prefiero proteger a los portugueses que proteger a los que vienen de fuera, y nuestra excepción es para los verdaderos ucranianos, no para los emigrantes económicos", señaló el diputado Chega.
La última palabra la tuvo la concejala Laurinda Alves: "Nuestra opción es para los verdaderos seres humanos".