Para Lusa, Fátima Alves, doctora en Sociología, la lucha contra el cambio climático debe ser realizada por todos los actores de la naturaleza, desde los políticos, las empresas y la población.
Utilizando el ejemplo de los frutos rojos, producidos en el Alentejo, Fátima Alves avanza que "el consumidor del norte de Europa" consume muchos frutos rojos y, por ello, en Portugal, la producción extensiva supone "el agotamiento del agua, la destrucción del suelo", utilizando agroquímicos.
La socióloga advierte que el Alentejo no es un caso único en Portugal, ya que además del Alentejo y de Portugal, otros países experimentan los mismos problemas. Según la investigadora, el "problema" debe "mirarse de otra manera", además de advertir del urgente cambio del actual "modelo de organización económica", afirmando que si se mantiene el modelo económico, la crisis ambiental no terminará.
Fátima Alves también aborda el crecimiento de la población como un problema, ya que obliga a consumir más recursos. La socióloga afirma que, a pesar de la necesidad de alimentos, hay que buscar formas de producción "menos impactantes y más sostenibles".
Según la investigadora, Portugal necesita organizarse para respetar "más la relación con el medio ambiente". Para Lusa, Fátima Alves ejemplifica que, en Portugal, durante las obras de recalificación, se sacrifican los árboles y los espacios verdes. La eliminación de los espacios verdes provoca el calentamiento del aire, por lo que los espacios de la ciudad se sentirán más calientes, en las olas de calor por ejemplo, según avanza la socióloga.
El especialista del Centro de Ecología Funcional de la Universidad de Coimbra también consideró que el cambio climático se extenderá por todas partes, y no sólo llegará a determinados lugares.