La moneda, de 36 milímetros de diámetro y unos 35 gramos de peso, conocida como "portuguesa", había sido valorada en entre 20.000 y 30.000 libras por el subastador londinense Noonans.
Según el subastador, el lote atrajo el interés de postores de Estados Unidos y Canadá, pero fue adquirido por un comprador de Japón.
A pesar del buen estado de conservación, los expertos señalaron como problema una marca que se cree que fue realizada mediante un punzón para certificar que era de oro puro y cuya cavidad afecta a ambas caras de la moneda.
Acuñada por primera vez por el rey Manuel I, conocido como O Venturoso por el impulso que dio a las exploraciones marítimas, el "portugués" siguió emitiéndose durante 40 años, entre 1498 y 1538, durante el reinado de João III.
La moneda se fabricó en Lisboa con el oro recuperado por Vasco de Gama en sus viajes a África y la India.
Hallazgo accidental
Este ejemplar fue descubierto por accidente en julio por Mick Edwards, un funcionario de 62 años, con un detector de metales que utiliza para buscar objetos enterrados.
"Me quedé atónito y me senté a mirar la moneda sin poder respirar. Pude ver la cruz en la moneda y pensé que probablemente era española, pero después descubrí que era portuguesa", dijo, citado en un comunicado de la casa de subastas.
El descubrimiento tuvo lugar antes del desayuno, a las 06:00 horas, en Etchilhampton, a unos 150 kilómetros al oeste de Londres, cerca de la ciudad de Bath, donde Edwards celebraba su 35º aniversario de boda.
Según el subastador, las tierras pertenecieron a la familia Ernle entre 1489 y 1928, una familia aristocrática en la que destaca John Ernle (1620-1697), que fue diputado y ministro de Hacienda.
El estatus de la familia se refleja en el hecho de que la reina Ana visitó la casa familiar, Whetham House, a 16 kilómetros de donde se encontró la moneda en 1703.