A lo largo de los años he tenido el privilegio de ver a la mayoría de los grandes grupos musicales, ya sea como aficionado o por trabajo, pero nunca había visto a Deep Purple hasta ahora.
Viajando desde el Algarve, vimos las últimas canciones de Urock, la banda de apoyo que calentó al público admirablemente. El público parecía ser mayoritariamente portugués y fue gratamente sorprendente ver un buen número de mujeres y, de hecho, algunos veinteañeros y treintañeros, todos decididos a disfrutar de la buena música rock de la vieja escuela.
Deep Purple ha pasado por varios cambios de personal a lo largo de los años y una de las excelentes primeras canciones del set, No Need to Shout, parecía hacerse eco de ello, quizás con una burla a algunos de los anteriores miembros de la banda.
Deep Purple siempre han sido conocidos como excelentes músicos y esta formación no decepciona. Ian Gillan no ha perdido nada de su rango vocal a lo largo de los años, a diferencia de otros rockeros de la vieja escuela que podría mencionar, y su voz en Blind Man fue absolutamente cautivadora. Además, me encantó su solo de armónica.
El nuevo guitarrista irlandés Simon McBride, del que reconozco que no había oído hablar antes, es tan bueno, si no mejor, que algunas de las leyendas que le han precedido. Su interpretación en el tributo a Jon Lord fue totalmente alucinante.
El teclista Don Airey hizo un despliegue de virtuosismo durante una hora, cubriendo prácticamente todos los géneros musicales que el público adoraba. Luego estaba la sección rítmica, que imprimió unos ritmos hipnóticos a cargo de Paice y Glover, que han sido los pilares de la banda prácticamente desde 1968, y me gustó especialmente su solo rítmico, en el que el boom del bajo se podía sentir en nuestros corazones.
Terminaron el set con Smoke on the Water y luego el bis con Black Night. ¿Qué más se puede pedir? No fue una noche negra y, al igual que las acciones de la Llama Violeta, el público dejó a Deep Purple transformado y zumbando con energía positiva. ¡Simplemente brillante!
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