Según The Guardian, que cita la decisión del tribunal, no se puede impedir a los emigrantes que acudieron a Reino Unido tras el Brexit permanecer en el país aunque no hayan solicitado un nuevo permiso de residencia, ya que la eliminación del derecho de residencia solo puede hacerse en circunstancias muy especiales.
Según el juez del Supremo británico, lo estipulado en el acuerdo que regula la salida del Reino Unido de la Unión Europea es una "ley errónea", ya que "pretende revocar el derecho de residencia permanente", que solo se puede perder en circunstancias muy especiales.
Según las normas que siguen en vigor, desde la salida oficial de la Unión Europea, los emigrantes de países europeos que se instalaron en el país hace menos de cinco años obtuvieron el estatuto de preasentado, y si desde entonces no han presentado una nueva solicitud de residencia, actualizando su situación al estatuto de asentado, pierden automáticamente el derecho a residir, trabajar, alquilar una casa o tener acceso a los servicios públicos, concretamente a la sanidad, subraya el diario británico.
El Gobierno británico ya ha reaccionado diciendo que no está de acuerdo con la interpretación de la ley y que recurrirá la decisión.