Según la GNR, que coordinó conjuntamente la iniciativa con la PSP y la Autoridad Nacional de Seguridad Vial(ANSR), durante este periodo se controlaron en los radares un total de 2.763.415 vehículos, de los que 16.154 registraron infracciones de velocidad en el país.
La gran mayoría de los vehículos fueron inspeccionados en los controles de velocidad de la ANSR, con 2.352.713 vehículos, mientras que la GNR vigiló 269.343 y la PSP controló 141.359.
En este periodo se registraron 2.501 accidentes, que se saldaron con ocho fallecidos (todos ellos varones), 40 heridos graves y 738 heridos leves.
En comparación con el mismo periodo de 2022, los datos muestran un aumento en el número de accidentes (279 más) y de heridos leves (131 más), con sólo un descenso en el número de fallecidos (tres menos) y de heridos graves (tres menos).
El comunicado de la GNR también aclara que los ocho accidentes con víctimas mortales tuvieron lugar en los distritos de Braga (2), Lisboa (2), Faro (2), Coimbra y Santarém. En el origen de estos accidentes hubo un atropello, cuatro colisiones, dos derrapes de motocicletas y un vehículo ligero en curva.
En el marco del Plan Nacional de Inspección 2023, la campaña pretendía "alertar a los conductores sobre los riesgos de conducir demasiado rápido, ya que es una de las principales causas de siniestralidad vial".