La barrera del idioma, las diversas burocracias y el aumento de los costes de la vivienda, junto con el fin del programa Golden Visa, se citan como razones que ahuyentan a los inversores estadounidenses.
En el primer semestre del año se registró un descenso del 18% en la demanda de residencia por parte de extranjeros en Portugal en el marco del programa Golden Visa, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Esta cifra es, sin embargo, más expresiva entre los norteamericanos, con un descenso del 37%.
También según Bloomberg, el número de extranjeros residentes en Portugal ha aumentado en los últimos años hasta alcanzar la cifra récord de 700.000, mientras que el número de norteamericanos se ha más que triplicado entre 2018 y 2022, hasta alcanzar los 9.794.
Solo en el último año, se concedieron 216 visados de oro a norteamericanos.