Sin embargo, los contratos de trabajo de duración determinada y otros contratos inestables, que sumaron 756.000, fueron responsables del 79% de los 110.000 empleos dependientes creados en un año, según el Jornal de Negócios.
En este periodo, el 17,8% de los asalariados del país tenían un contrato precario, frente al 16,1% registrado hace un año, aunque se ha reducido en los últimos años, ya que llegó a superar el 22%. Al mismo tiempo, el doble empleo marcó un nuevo récord al cubrir a 272.000 personas, tras un aumento del 13% en un año.
Por sectores, la creación de empleo se vio impulsada por el alojamiento y la restauración (28,8%) y por las actividades administrativas y los servicios auxiliares (28,8%). Por el contrario, se produjo una caída del empleo en el sector de la Educación (pública y privada): en un año, se perdieron más de 66 mil puestos de trabajo en términos netos en este ámbito, lo que supone una caída anual de más del 14%, destaca el Diário de Notícias.