Sólo en el ámbito del turismo "estamos hablando de más de 2,7 millones de euros en pérdidas directas, bien porque hubo cancelaciones", bien porque hubo "gente [que] abandonó su propio alojamiento turístico", explicó el alcalde a la agencia Lusa.
De esta pérdida total de 2,7 millones de euros en turismo, "0,1 millones fueron en devoluciones de personas que se marcharon antes de tiempo debido al incendio; 0,4 millones en cancelaciones y 2,3 millones en daños físicos" de los alojamientos turísticos afectados por el fuego.
A pesar de estar aún en la fase final de peritaje de las pérdidas causadas por el incendio que "afectó a un número muy elevado de actividades económicas" en el municipio de Odemira, distrito de Beja, Hélder Guerreiro afirmó que el montante global podría rondar los 10 millones de euros.
"Si en turismo son 2,7 millones de euros, creo que podría alcanzar los 10 millones de euros en términos de silvicultura, uso del suelo y casas [destruidas]", estimó.
"Ahora falta sumar algunos de los daños, incluso del Ayuntamiento, que tenía un conjunto muy grande de señales [destruidas]. No será mucho, pero sigue siendo algo desde el punto de vista de las pérdidas materiales", dijo.
En declaraciones a Lusa, el alcalde reveló que una de las mayores preocupaciones radica en "algunas viviendas" en las que hubo una "pérdida total" del inmueble y cuyos residentes "necesitan tener apoyo ya".
Los "sectores agrícola y turístico" también sufrieron "una pérdida directa muy grande" y "fueron necesarias soluciones de emergencia", señaló.
Respecto al monte, el edil socialista reveló que es necesario evaluar los daños causados por el incendio del pasado mes de agosto, pero también el "trabajo a realizar en el futuro para que el mosaico forestal sea más resiliente y capaz de no propagar incendios de esta dimensión".
El incendio, que comenzó el 5 de agosto, se dio por controlado a las 10:15 del día 9, seis días después de que se declarase en una zona de matorral y pinar en la zona de Baiona, en la parroquia de São Teotónio, municipio de Odemira.
La superficie quemada asciende a unas 8.400 hectáreas, en un perímetro de 50 kilómetros.
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