"Este año, el Algarve está peor que el año pasado, está en la peor situación de su historia. Nunca habíamos estado así. Es un nuevo camino el que estamos tomando", afirmó José Pimenta Machado en la Reunión Nacional de Entidades Gestoras del Agua (ENEG) que comenzó hoy y se celebra hasta el jueves en Gondomar.
La situación es "especialmente preocupante" y podría "eventualmente" llevar a la APA a "tomar medidas difíciles", en enero o febrero, anticipó, revelando durante esta intervención que el conjunto de embalses de la región del Algarve cuenta actualmente con 30 hectómetros cúbicos (hm3) menos que en 2022.
Por otro lado, José Machado aclaró que la APA monitoriza diariamente el nivel de agua de los embalses y que las decisiones se toman en función de este análisis.
"Todo tiene que ser evaluado en función de las reservas de agua. Estamos en pleno invierno y es en invierno cuando los embalses recuperan agua. Habrá que hacer un seguimiento riguroso y continuo de la evolución del nivel de los embalses y, eventualmente, en los dos primeros meses del año que viene, habrá que tomar medidas para que no falte agua", subrayó.
El vicepresidente de la APA aprovechó la ocasión para señalar el control del consumo de agua y el refuerzo de la inspección de las aguas subterráneas como posibles medidas para paliar la escasez de agua.
El funcionario también dijo que la situación en la cuenca del río Mira, en Alentejo, es similar a la región del Algarve, sin embargo, en ese caso, "el consumo humano está salvaguardado".
Según el boletín semanal de embalses del 20 de noviembre, el volumen almacenado aumentó en tres cuencas hidrográficas del país y disminuyó en 12 en comparación con la semana anterior.
En relación al mismo documento, hay cinco embalses con un porcentaje de almacenamiento que no supera el 20 por ciento: Campilhas (6 por ciento), Monte da Rocha (8 por ciento), Vigia (16 por ciento), Arade (15 por ciento) y Bravura (8 por ciento), los dos últimos en el Algarve.
José Pimenta Machado -que participó por la tarde en una mesa redonda sobre la adaptación a las nuevas directivas europeas sobre el agua- se mostró satisfecho con el trabajo realizado por el "grupo operativo" creado en junio para paliar los efectos de la sequía en la región.
En aquel momento, el Gobierno decretó una reducción de la cuota de agua para uso agrícola y para campos de golf en un 20% en la presa de Odeleite, en Castro Marim, en el distrito de Faro.
Si los campos de golf tienen capacidad para reutilizar las aguas residuales, la limitación aumenta al 50 por ciento.
Las medidas llegan en un momento en el que un tercio del país sufre una sequía grave y extrema, siendo el Algarve y el Alentejo las zonas que suscitan mayor preocupación.
Así lo confirmó el vicepresidente de la APA, quien dijo que en algunas estaciones de las cuencas del Cávado y de Lima se registraron valores de precipitación de 1.000 litros: "Es decir, llovió más en 15 días en esa zona de lo que llueve en dos años en toda la región del Algarve", y añadió que estos fenómenos provocan más desafíos.
El responsable recordó también que se están realizando inversiones en la región del Algarve para encontrar fuentes alternativas, como el proyecto de construcción de una desalinizadora en el municipio de Albufeira, que está en fase de consulta pública hasta el 19 de diciembre.
Están previstas inversiones públicas de cerca de 342 millones de euros, procedentes del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) y de fondos europeos, para aumentar la resiliencia hídrica.