El Algarve da un salto significativo en el campo de la meteorología con la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de radar meteorológico, instalado en Cavalos do Caldeirão, en el municipio de Loulé. Este equipo de última generación, del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera(IPMA), promete revolucionar la capacidad de vigilancia y previsión meteorológica en la región.

Según el IPMA, la relevancia de esta innovación se extiende más allá de las fronteras nacionales, beneficiando no sólo a Portugal sino también a gran parte del continente europeo, especialmente a España(AEMet). Portugal y España mantienen un protocolo de intercambio de datos en tiempo real, centrado en la detección y vigilancia de fenómenos meteorológicos severos, esenciales para salvaguardar vidas y bienes.

El radar de última generación, con tecnología de doble polarización, ofrece una mejora significativa en la vigilancia y previsión meteorológica. Además, desempeña un papel crucial en la prevención operativa de incendios forestales, contribuyendo a la protección del medio ambiente e impulsando la economía nacional, especialmente en los sectores agrícola, forestal y turístico.

Como parte del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR), la inversión en la instalación de este sistema de radar meteorológico en el Algarve (Loulé) y en Coruche, en el distrito de Santarém, ascendió a cerca de 2,8 millones de euros. Con esta implantación, el IPMA cuenta ahora con cinco radares meteorológicos distribuidos estratégicamente, que cubren zonas como Arouca, Coruche, Loulé, Porto Santo y Terceira, todos ellos equipados con tecnología de doble polarización.

Paralelamente, en el ámbito del PRR, se instalaron dos estaciones meteorológicas próximas a los nuevos radares meteorológicos, así como dos detectores de rayos, situados en Olhão y Viana do Castelo.

Este avance tecnológico no sólo fortalece la capacidad de predicción meteorológica de Portugal, sino que también refuerza la cooperación internacional en materia de vigilancia y respuesta a fenómenos meteorológicos adversos. La inversión refleja el compromiso permanente con la seguridad y el bienestar de la población, así como con la preservación del medio ambiente.