"El crecimiento del antisemitismo en Europa debería ser una señal de alarma para todos y, desgraciadamente, creo que ocurrió muy rápido", dijo Levine, en Covilhã, tras destacar que "la desestabilización en Oriente Medio es una preocupación para todos".
Durante una visita a Belmonte y Covilhã, en el distrito de Castelo Branco, la diplomática se presentó como "una mujer judía americana", que siente que también en Portugal hay un comportamiento hostil contra las personas de origen judío, en ciertos casos "un discurso negativo, de odio".
Levine viajó a Belmonte, donde se concentra una comunidad judía, y visitó el Museo Judío y la sinagoga de la ciudad, acompañada por el rabino local, y después a Covilhã, donde también se encuentra el antiguo barrio judío.
"Seguir la historia de los judíos en Portugal es importante para mí, sobre todo ahora, debido al aumento del antisemitismo mundial, también en Europa", afirmó Levine.
La diplomática subrayó que, desde que trabaja en Portugal, ha fomentado la interacción con representantes de diferentes religiones y destacó que la comunicación con otros elementos de la comunidad es importante.
"Soy judía, estoy muy orgullosa de mis orígenes. Llegué aquí, participé, organicé diálogos interreligiosos en mi casa, invité a personas de la comunidad india, de la comunidad musulmana y creo que no debemos tener miedo de combatir el discurso del odio", subrayó la diplomática.
En la Cámara de Covilhã, donde fue recibida por el presidente, Vítor Pereira, la embajadora destacó el "puente entre lo antiguo y lo moderno" que encontró en las dos localidades que visitó y que le permitió "aprender más sobre la historia".
"Para mí es maravilloso ver que hay quien preserva la historia de los judíos, la huella que dejaron en Portugal y honra esta historia".