El estudio se preguntaba cómo podían afectar los microplásticos al corazón, y descubrió que estas diminutas partículas de plástico, en su mayoría nanopartículas invisibles, estaban en la placa arterial de los participantes en el estudio.


Los investigadores analizaron a 257 personas operadas para desobstruir vasos sanguíneos y observaron la acumulación de grasa en las arterias carótidas, que suministran sangre al cerebro, la cara y el cuello. Utilizando dos métodos, hallaron pruebas de la presencia de nanoplásticos en la placa de 150 pacientes, mientras que en otros 107 no se encontraron.