Interrogado por la agencia Lusa, el ayuntamiento del distrito de Lisboa aclaró que el acantilado norte presenta un "alto riesgo" de derrumbe en una longitud de 60 metros.
"El movimiento de tierra más pronunciado se produjo hace unas tres semanas" y "aún no se ha estabilizado", añadió el ayuntamiento.
Dada la inestabilidad del acantilado norte de la playa, la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente(APA) y Protección Civil Municipal ordenaron el cierre del acceso peatonal norte "por tiempo indefinido" por motivos de seguridad.
El incumplimiento de la prohibición se castiga con una multa de entre 30 y 100 euros.
El ayuntamiento aclaró que el acceso a la playa no está en juego, ya que el acceso principal se encuentra en la zona sur, que conecta el aparcamiento con el soporte de la playa y la zona de baño vigilada.
Teniendo en cuenta la proximidad de la temporada de baño, no está prevista ninguna otra actuación aparte de la prohibición y las respectivas señales de advertencia.
La inestabilidad del acantilado está siendo vigilada por el ayuntamiento y la APA, que podrán adoptar otras soluciones que incluyan obras de estabilización geotécnica.