Según la 9ª edición del Informe sobre Desarrollo Sostenible, publicado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) de las Naciones Unidas, el Estado portugués se sitúa ligeramente por encima de la media regional (77,2) y el cumplimiento de más de la mitad de los 17 ODS se define como "alcanzado" o "en curso".
El cumplimiento de los objetivos se evaluó con cuatro colores: verde, amarillo, naranja y rojo, en una escala que va desde los ODS alcanzados (verde) hasta la persistencia de grandes obstáculos (rojo) para cumplir los objetivos de la ONU en 2030.
El único objetivo dado como alcanzado por Portugal en este documento fue la erradicación de la pobreza, habiéndose registrado también avances en otras tres áreas, como son la igualdad de género, la energía limpia y accesible, y las ciudades y comunidades sostenibles, aunque se sigue considerando que estas tres dimensiones siguen siendo retos a superar.
El país también registró avances moderados en siete ODS: salud y bienestar, agua limpia y condiciones sanitarias, trabajo decente y crecimiento económico, industria/innovación e infraestructuras, reducción de las desigualdades, acción por el clima y alianzas para los objetivos. Las áreas de salud y trabajo están clasificadas en amarillo, lo que refleja la existencia de retos para cumplir los objetivos establecidos.
Sin embargo, a pesar de la evolución, las áreas de acción climática y alianzas siguen clasificadas como retos importantes (rojo), y los ODS de agua limpia y condiciones sanitarias, reducción de desigualdades, e industria/innovación e infraestructuras aparecen en naranja, es decir, persisten retos importantes para su cumplimiento.
El informe también indica una tendencia al estancamiento de los resultados en relación con seis objetivos, entre ellos el fin del hambre, la calidad de la educación, la producción y el consumo responsables, la vida acuática, la vida terrestre, la paz/justicia e instituciones fuertes. Hasta finales de esta década no se registraron retrocesos generales en la consecución de los ODS.
Si sólo un objetivo se consideró cumplido (color verde), en cambio, el documento señala cinco ODS en el nivel rojo en Portugal, es decir, el más bajo. Se trata de acabar con el hambre, la producción y el consumo responsables, la acción por el clima, la vida acuática y el establecimiento de asociaciones para alcanzar los objetivos.
La etiqueta de persistencia de desafíos significativos (naranja) se aplicó a seis de los 17 ODS del país. Además de los ODS de agua limpia y condiciones sanitarias, reducción de las desigualdades e industria/innovación e infraestructuras, también aparecen en esta categoría la calidad de la educación, la vida en la tierra y la paz/justicia e instituciones fuertes.
Cinco objetivos recibieron una calificación amarilla -permanencia de los desafíos-, entre ellos salud y bienestar, igualdad de género, energía limpia y accesible, trabajo decente y crecimiento económico, y ciudades y comunidades sostenibles.
En el análisis del apoyo al multilateralismo de la ONU, Portugal cierra la lista de los 100 primeros con una puntuación de 69,6, en un ranking liderado por Barbados (92,0) y cerrado por los Estados Unidos de América, en la posición 193 del ranking (15,8).
La SDSN funciona desde 2012 bajo los auspicios del Secretario General de las Naciones Unidas y moviliza los conocimientos científicos y tecnológicos mundiales para promover soluciones prácticas para el desarrollo sostenible, incluida la aplicación de los ODS y el Acuerdo de París sobre el clima.