Google ha mantenido históricamente un registro de dónde han estado los usuarios en sus servidores, pero a partir del 1 de diciembre eliminará esta información.
Los usuarios podrán seguir haciendo copias de seguridad de sus datos si les preocupa perderlos o quieren sincronizarlos entre dispositivos, pero esto ya no ocurrirá por defecto.
La función de "cronología" de la empresa, antes conocida como Historial de ubicaciones, seguirá funcionando para aquellos que decidan utilizarla, permitiéndoles desplazarse hacia atrás a través de posibles décadas de historial de viajes para comprobar dónde se encontraban en un momento determinado.
Pero todos los datos necesarios para que la función funcione se guardarán localmente, en sus propios teléfonos o tabletas, y ninguno de ellos se almacenará en los servidores de Google.