El documento del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, titulado "Perspectivas de la población mundial para 2024", señala que entre los países que se espera que se mantengan cerca de su tamaño actual de población hasta 2054 están Portugal, España, Alemania, Georgia, Federación Rusa y Uruguay.

En el capítulo dedicado a la población, los datos indican que "para estos países y zonas, la estabilización de la población puede crear oportunidades adicionales para erradicar la pobreza, ampliar el acceso a la atención sanitaria y la educación, promover la igualdad de género, mejorar la protección social de los sistemas sociales, avanzar hacia modelos de producción y consumo más sostenibles y adoptar medidas para proteger el medio ambiente y mitigar los efectos negativos del cambio climático".

"Para ello, sin embargo, será necesario adoptar políticas adecuadas en función de las circunstancias y prioridades específicas de cada país", advierte la ONU.

El documento también destaca que los continuos progresos en la reducción de la mortalidad, el único componente demográfico que se espera que contribuya positivamente al cambio de población en este grupo, se han traducido en un aumento de la esperanza de vida al nacer.

Los datos muestran que, a nivel de grupo, la esperanza de vida aumentó de 70,9 años en 1995 a 78,8 años en 2024.

En 2024, Hong Kong (Región Administrativa Especial de China), Japón y la República de Corea del Sur tendrán los niveles más altos de esperanza de vida al nacer (al menos 84 años) del grupo y del mundo.

Portugal figura entre los "otros países con elevada esperanza de vida al nacer", junto con Italia y España, en Europa, y Guadalupe y Martinica, en el Caribe.

Por el contrario, la esperanza de vida al nacer es la más baja en Jamaica y San Vicente y las Granadinas, en América Latina y el Caribe, y en la República de Moldavia, en Europa, con niveles inferiores a 72 años.

"Se espera que estas diferencias disminuyan, aunque no desaparezcan, en las próximas décadas", afirma la ONU.

Las Naciones Unidas añaden que en los países donde los niveles de fecundidad ya están por debajo de los niveles de reemplazo, la emigración de las personas en edad reproductiva podría contribuir a un mayor descenso de la población.

"En el 62% de los países y zonas del grupo que ya registran niveles bajos de fecundidad, la emigración podría contribuir a reducir aún más el tamaño de la población de aquí a 2054", se lee.


Inmigración

La inmigración internacional también tiene un impacto indirecto en el número de nacimientos en los países de destino y de origen. En países como Albania, Armenia, Guadalupe o Jamaica, la emigración de un gran número de mujeres en edad reproductiva puede reducir el número de nacimientos que se producen allí, mientras que en otros, como Portugal, la Federación Rusa o España, la inmigración tiene el efecto contrario.

Desde una perspectiva demográfica, los nacimientos "perdidos en la emigración" u "obtenidos por la inmigración" tienen consecuencias tanto a corto como a largo plazo, ya que las niñas nacidas hoy son mujeres en edad reproductiva en la siguiente generación.

En los países con altas tasas de emigración, la creación de más oportunidades de trabajo decente y el fomento de la migración de retorno pueden ser enfoques que merezca la pena explorar y pueden ser más eficaces para frenar el descenso de la población a corto plazo que las políticas dirigidas a aumentar los niveles de empleo. fertilidad, concluye el documento.