Según una nota difundida por la Confederación de Agricultores Portugueses(CAP), el 11 de julio se notificaron focos en Grecia, en cabras y ovejas.

Éstos acabaron extendiéndose, alcanzando cinco regiones, con un total de 42 focos (datos del 7 de agosto).

En Rumanía, el primer foco se notificó el 19 de julio, alcanzando posteriormente cuatro regiones.

Hasta el 7 de agosto, se habían notificado en Rumanía unos 56 focos en cabras y ovejas.

Los dos Estados miembros ya han adoptado medidas de control.

Se han establecido zonas de restricción, protección y vigilancia en torno a los focos.

Además, se ha prohibido la exportación y el traslado de pequeños rumiantes y sus productos de todo el país a otro Estado miembro y a terceros países, "excepto si el país de destino da su consentimiento por escrito".

Según la DGAV, la peste de los pequeños rumiantes nunca se ha dado en Portugal.

Sin embargo, esta dirección general ha pedido que se refuercen las medidas.

La enfermedad se transmite principalmente por aerosoles o por contacto directo entre animales.

Lágrimas, secreciones nasales, esputo, secreciones y excreciones de animales enfermos son algunas de las fuentes del virus.

"La PPR [peste de pequeños rumiantes] se describió inicialmente en Costa de Marfil, pero está presente en la mayoría de los países africanos, al sur del Sáhara y al norte del Ecuador, y en casi todos los países de Oriente Medio hasta Turquía", añadió.

La enfermedad también está muy extendida en India y el suroeste de Asia.

También se han detectado focos de la enfermedad en el Tíbet, Marruecos y África oriental.

La peste de pequeños rumiantes es una enfermedad contagiosa que afecta principalmente a ovejas y cabras. No es transmisible al ser humano.

La tasa de mortalidad asociada a esta enfermedad oscila entre el 50% y el 100%.

Esta enfermedad tiene síntomas asociados como fiebre, dificultad respiratoria, secreción nasal, estomatitis necrótica y halitosis.