La política pretende aumentar la demanda de vivienda para apuntalar el sector inmobiliario, afectado por la crisis, y reactivar el crecimiento económico mediante aumentos de productividad y un mayor consumo. Los residentes urbanos suelen producir y comprar bienes y servicios de mayor valor añadido que sus homólogos rurales.

El mes pasado, en una reunión política de alto nivel celebrada dos veces al año, China anunció planes para construir una "sociedad favorable a la natalidad", comprometiéndose a aplicar medidas reclamadas desde hace tiempo por los expertos en población, como la reducción de los costes de guardería y educación.