Una ecodiseñadora belga ha empezado a reutilizar algunas de ellas en muebles a medida de una forma circular que garantiza que las bolas de caucho y fieltro no acaben en los vertederos.

Autor:

Mathilde W

ittock;

Mathilde Wittock y su equipo pueden tallar a mano 1.800 pelotas al día en microelementos de acolchado para una chaise y un banco, sus dos productos estrella.