En un comunicado, la PSP dice que en total se han registrado 147 incidentes en 12 municipios del Área Metropolitana de Lisboa: Almada, Amadora, Barreiro, Cascais, Lisboa, Loures, Odivelas, Oeiras, Seixal, Setúbal, Sintra y Vila Franca de Xira.
También se produjo un incendio en un punto de reciclaje de la ciudad de Leiria.
El incidente más reciente se registró esta mañana, en la parroquia lisboeta de Benfica, donde se quemaron 10 coches y se detuvo "in fraganti" a un hombre de 44 años, sospechoso de incendio provocado, según la nota de la PSP.
"Los agentes de policía utilizaron los extintores presentes en los vehículos, junto con los Bomberos, para combatir los incendios. Al detenido se le incautó diverso material sospechoso de haber sido utilizado en el inicio de los citados incendios", señala la PSP.
En cuanto a los incidentes ocurridos desde el 21 de octubre, tras la muerte de Odair Moniz, ciudadano caboverdiano de 43 años y residente en el Bairro do Zambujal, en Amadora, la PSP reitera que "se registraron varios incidentes de desórdenes e incendios en mobiliario urbano (principalmente en cubos de basura), esencialmente en el Área Metropolitana de Lisboa".
Además de los 23 sospechosos detenidos, otros 23 fueron identificados.
Siete personas resultaron heridas, entre ellas dos policías, que fueron apedreados, y cinco ciudadanos fueron "apuñalados" o quemados, entre ellos el conductor de un autobús que se incendió en Santo Antônio dos Cavaleiros, en el municipio de Loures, que sufrió heridas graves.
También según la PSP, a raíz de los disturbios, desde la semana pasada han sido incendiados 39 coches y ocho motocicletas.
Seis autobuses también sufrieron daños, cuatro de ellos incendiados y dos apedreados.
Cinco vehículos de la PSP también fueron dañados - "tiroteados, incendiados, apedreados"- y se lanzaron "artefactos pirotécnicos" contra una comisaría.
En la nota, el PSP reitera que está "comprometido con el mantenimiento del orden público, la paz y la tranquilidad, en todo el territorio nacional, concretamente en el Área Metropolitana de Lisboa".
"El PSP repudia y no tolerará actos de desorden y destrucción realizados por grupos criminales, empeñados en enfrentar la autoridad del Estado y perturbar la seguridad de la comunidad, grupos que forman parte de una minoría y que no representan al resto de la población portuguesa que sólo desea y quiere vivir en paz y tranquilidad", dice la nota.
Prometiendo hacer todo lo posible, en coordinación con otras fuerzas y servicios de seguridad, para "llevar ante la justicia a los sospechosos de todos los crímenes que se han cometido en los últimos días", la PSP también hace un nuevo llamamiento a la calma y a la tranquilidad.
Odair Moniz fue tiroteado por un agente de la PSP en la madrugada del 21 de octubre, en el barrio de Cova da Moura, en el mismo municipio, y murió poco después, en el hospital.
Según la PSP, el hombre "huyó" en un coche tras ver un vehículo policial y se perdió en Cova da Moura, donde, al ser abordado por los agentes, "se resistió al arresto e intentó atacarles utilizando el arma blanca".
La asociación SOS Racismo y el movimiento Vida Justa rebatieron la versión policial y exigieron una investigación "seria e imparcial" para determinar responsabilidades, al considerar que está en juego "una cultura de impunidad" en la policía.
La Inspección General de Administración Interna y la PSP abrieron sendas investigaciones, y el agente que disparó al hombre fue nombrado imputado.