Según el Instituto Nacional de Estadística, la población residente aumentó hasta los 10,64 millones de personas, lo que supone un crecimiento del 1,16% debido a la inmigración.

La entrada de inmigrantes permanentes aumentó un 13,3% respecto a 2022, hasta 189.367 personas. Esta cifra supera en un 95% el valor registrado en 2021. Teniendo en cuenta los 36.849 inmigrantes permanentes de 2015, primer año del intervalo considerado por la entidad estadística oficial y periodo en el que Portugal inició su senda de recuperación tras el programa de asistencia financiera (troika), la inmigración se disparó un 513%.

En cuanto a la emigración permanente, la reducción gradual que se produjo de 2015 a 2021 (de 40.377 a 25.079 individuos) volvió a crecer en 2022, aumentando por segundo año consecutivo en 2023, hasta 33.666 personas.

Con estos flujos, el saldo migratorio fue positivo por séptimo año consecutivo, pasando de 136.144 personas a 155.701 en 2023.

En cuanto a la edad, los datos del intervalo 2015-2023 muestran un aumento del envejecimiento de la población, con una media de 48,6 años para las mujeres y 45,4 años para los hombres.

En cuanto a la mortalidad, ya se han revertido las cifras registradas en el primer y segundo año de la pandemia, pero los 118.295 fallecimientos (-4,9% respecto a 2022) se mantienen por encima del registro entre 2015 y 2019, cuando hubo un máximo de 113.051 en 2018. Ahora, la tasa de mortalidad infantil bajó una décima, hasta el 2,5%, una cifra que solo en 2020 y 2021 (años de pandemia) había sido inferior.

La estadística del INE también muestra que nunca se habían celebrado tantos matrimonios en este periodo 2015-2023 como el año pasado y que la edad media de los contrayentes en primeras nupcias también alcanzó el valor más alto: 34,3 años para las mujeres y 35,8 años para los hombres.