Montenegro comenzó aludiendo a informes sobre transacciones de "alojamientos de 600 a 700 euros al mes, que no son habitaciones, ni mucho menos apartamentos, son camas en habitaciones, tienen sólo dos o tres metros cuadrados".

"Si calculáramos el valor intrínseco de ese pequeño espacio, probablemente sería superior a la cantidad que se paga en un hotel de cinco estrellas cuando se alquila una suite que tiene mucho más espacio", añadió.

Luís Montenegro intervino en la inauguración de la segunda fase de la residencia de estudiantes Ventura Terra. Esta instalación para estudiantes de la Universidad de Lisboa, situada en Ajuda, cuenta con 280 camas y fue financiada en parte por el PRR.

El primer ministro consideró que estos valores hacen imposible que algunos jóvenes puedan estudiar porque no pueden "pagar una cantidad tan desorbitada" y que, por lo tanto, "los poderes públicos también deben invertir por razones de justicia y por razones de equidad más profunda".

"Estamos muy comprometidos a hacer aún más en el futuro, estamos comprometidos a tener más residencias. Tendremos muchas, nuevas o renovadas, en los próximos años, sobre todo el año que viene, también estamos añadiendo nuevos proyectos al plan que ya existía", indicó.

Luís Montenegro dijo que también hay "una respuesta de emergencia" que "ya está sobre el terreno" y que pasa por "utilizar albergues juveniles, equipamientos de Inatel, o utilizar espacios que las universidades pueden contratar para dar más oferta mientras muchas de las soluciones definitivas aún no están garantizadas", es decir, mientras "las obras aún no están listas".

"Seguiremos invirtiendo, y seguiremos invirtiendo porque es nuestra obligación salvaguardar la democracia, es nuestra obligación muy profunda materializar la justicia social y, sobre todo, es nuestra obligación avanzar hacia tener un país más desarrollado económicamente y dejar a los que vengan detrás de nosotros las bases para poder seguir avanzando con éxito y con garantías de sostenibilidad", afirmó.

El primer ministro garantiza que el país tendrá "prosperidad en el futuro".

"Estamos invirtiendo en democracia, estamos invirtiendo en justicia social y estamos invirtiendo en desarrollo económico", subrayó Montenegro.

En el mismo acto, el alcalde de Lisboa recordó su periplo como estudiante desplazado y contó que estudió en la capital en una época en la que "sólo había una residencia", afirmando que "pagó seis mil", lo que equivale a 30 euros.

"Fueron los 30 euros más duros que tuvo que pagar mi familia", dijo.

Carlos Moedas consideró que "no hay mayor injusticia" que una persona quiera estudiar en Lisboa y no pueda por el alojamiento.

"Duele mucho y no puede ocurrir. Y tenemos que luchar para que no ocurra", subrayó, indicando que actualmente hay 50.000 estudiantes desplazados en la capital.

Tras indicar que desde el inicio de su mandato se han habilitado 3.500 camas para estudiantes de educación superior, el alcalde defendió que es posible hacer más.

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