Había 15 mujeres reunidas en un lugar sagrado y compartimos, cantamos y bailamos. La energía era poderosa. Era tan poderosa que las ovejas de un campo vecino sintieron nuestra energía mientras meditábamos y parecieron aparecer de la nada y todas se reunieron junto a la valla más cercana a donde estábamos sentadas. Conectamos con nuestros antepasados y disfrutamos del apoyo de nuestra hermandad.

Samhain es una época de creciente oscuridad, con días más cortos y noches más largas. Es la mitad oscura del año, un tiempo de introspección y de ir hacia dentro. Tradicionalmente, esta época del año se considera el Año Nuevo celta. La idea es que el nuevo año nace de la oscuridad. Así, cuando llega Imbolc, entre el 1 y el 2 de febrero, los días se alargan y el nuevo año ha nacido.

Renovación y transformación

En nuestra sociedad, la oscuridad suele tener una connotación negativa, vinculada al miedo, las penurias y el dolor. Pero, ¿y si cambiáramos de perspectiva y viéramos la oscuridad no como algo que hay que evitar, sino como una parte esencial de la renovación y la transformación? Tanto en la naturaleza como en la experiencia humana, la oscuridad es un periodo vital de descanso y regeneración, que permite la aparición de nueva vida, crecimiento y perspicacia.

En la naturaleza, la oscuridad tiene un propósito fundamental. Las semillas yacen enterradas en el suelo, envueltas en la oscuridad, absorbiendo los nutrientes que necesitan para abrirse paso un día como nueva vida. Muchos animales hibernan o se adormecen en los meses más fríos y oscuros, conservando energía para florecer cuando las condiciones mejoren. Incluso los ciclos del día y la noche nos recuerdan la necesidad de descansar y recuperarnos; cada noche, nos retiramos a un espacio de oscuridad, permitiendo que nuestros cuerpos y mentes rejuvenezcan. Es durante estos momentos invisibles cuando se produce el crecimiento. Sin estos ciclos, la vida se marchitaría bajo el resplandor constante de la luz, incapaz de mantener el equilibrio necesario para la supervivencia.

Al igual que la naturaleza, los seres humanos experimentan sus propias estaciones de oscuridad. Todos pasamos por épocas difíciles, momentos de dolor o dificultad que parecen arrastrarnos a un lugar carente de alegría o claridad. En estos momentos oscuros, es tentador buscar soluciones rápidas, enterrar nuestras emociones o forzarnos a "seguir adelante" sin procesar plenamente la experiencia. Pero cuando ignoramos estas experiencias dolorosas, permanecen en nuestro interior, sin resolver, a veces supurando y afectándonos de maneras de las que quizá no nos demos cuenta.

Crecimiento personal

¿Y si aceptáramos estos periodos oscuros como una oportunidad de crecimiento personal? Permitiéndonos sentir el dolor, la confusión e incluso la pena, nos damos permiso para procesar estas emociones plenamente, en lugar de relegarlas a un segundo plano. Al igual que las semillas necesitan la oscuridad de la tierra para crecer, nosotros necesitamos momentos de oscuridad emocional para desarrollar resiliencia, compasión y autoconciencia. A menudo es en los momentos de adversidad cuando descubrimos nuestros puntos fuertes, nuestros valores y las partes de nosotros mismos que necesitan curación. Aprendemos a desprendernos de lo que ya no nos sirve, dejando espacio para que emerjan nuevos aspectos de nosotros mismos.

Cuando nos enfrentamos a nuestra propia oscuridad, nos permitimos convertirnos en una "persona diferente" a la que éramos antes. Nos alejamos de la comodidad de la certeza y la facilidad, adentrándonos en un territorio desconocido donde se producen el crecimiento y la transformación. Al abrazar y experimentar nuestro dolor, estamos sentando las bases de perspectivas renovadas y un sentido más profundo de nosotros mismos.


Espacio fértil

En esencia, la oscuridad no es un vacío, sino un espacio vital y fértil donde la vida echa raíces y surgen nuevas formas de autoconciencia y fortaleza. En lugar de ver la oscuridad como una amenaza, podemos verla como una aliada en nuestro viaje, un lugar donde podemos descansar, reagruparnos y, finalmente, resurgir con una nueva percepción y resistencia. Cuando cambiamos nuestra perspectiva de este modo, la oscuridad no se convierte en un obstáculo, sino en un paso profundo y necesario en el ciclo continuo del crecimiento.

Te deseo un diciembre lleno de la fuerza tranquila y la magia profunda que aporta la oscuridad. Que esta estación de quietud e introspección te permita explorar tus profundidades interiores, guiándote suavemente a través de cualquier sombra persistente y ayudándote a abrazar cada parte de tu viaje. Que encuentres consuelo en la quietud y que la paz de esta estación alimente tu espíritu.

Muchas bendiciones

Cristales para ayudarte a entrar en tu interior

  • Piedra lunar: te ayuda a conectar con tu yo interior.
  • La sodalita mejora la intuición y el conocimiento de uno mismo.
  • El ágata de encaje azul es una piedra calmante maravillosa, para ayudarte a navegar en tu viaje interior.


Author

Sally saw Angels as a child and could occasionally see and feel people who had passed over. This ability grew as she got older and she now gives readings, as well as channelling Ascended Masters. She often works with Mary Magdalene and channels information from Lord Kuthumi. She is available for readings and spiritual development sessions both online and in person (heaven2heart). 

Sally Heart