Zaya Niel, de 6 años, pasó sus vacaciones de Pascua haciendo senderismo hasta el Campo Base del Everest. A lo largo de doce días recorrió más de sesenta kilómetros hasta el campamento base de la montaña más alta del mundo, situado a 5360 metros de altura.
Toda una intrépida exploradora, ¿verdad? Y uno se pregunta: ¿de dónde lo saca?
Pues resulta que viene de una familia de aventureros. Su padre, Paul, subió con éxito a la cima del Everest en 2013 y lleva toda la vida contándole a Zaya historias sobre ello, así que a ella le hizo mucha ilusión seguir los pasos de su padre.
Paul es originario de Austria y la madre de Zaya, Ester, de Holanda. La pareja se trasladó a Portugal hace 9 meses. Sin embargo, Zaya ha viajado mucho. Hasta ahora ha visitado 45 países (18 de ellos antes de cumplir un año).
Este último viaje ha sido su mayor aventura. Paul me dijo que no se apresuraron, ya que ha aprendido de sus propias escapadas anteriores: lo que cuenta es el viaje, no el destino.
La Semana Santa resultó ser un buen momento para ir, ya que Paul me dijo que el conejo de Pascua iba un poco por delante de ellos en el camino y había dejado huevos escondidos para que Zaya y los niños sherpas locales los encontraran (a unos 4000 m). Esto hizo que la subida fuera más emocionante y ayudó a este joven explorador a subir felizmente la montaña. Zaya incluso recibió una ceremonia de bendición de un lama local (un sacerdote budista).
De vuelta a casa, su clase en el colegio estaba haciendo un proyecto sobre exploradores y Zaya pudo traer fotos y contar al resto de su clase todo sobre su propia expedición.
Está deseando recorrer las colinas y los acantilados que rodean Sintra y su costa, y ya sueña con su próxima aventura. La próxima vez en bicicleta.