Portugal ha registrado la mayor tasa de inflación de los últimos 30 años, con una aceleración del índice de precios al consumo hasta el 9,1% en julio, gracias a la subida de los precios de los alimentos, la vivienda y la energía, la hostelería y el transporte.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado las cifras de inflación anual de julio que había publicado previamente hace dos semanas, revelando un aumento de la tasa en 0,4 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
La tasa de inflación mide la variación de los precios de una cesta de bienes y servicios que consumimos a diario, como los alimentos, el vestido, el hogar y la energía, en relación con el periodo anterior.
A la mayor tasa de inflación anual desde noviembre de 1992 contribuyeron principalmente cuatro clases de productos, según la oficina de estadística: vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (16,6%), hoteles y restaurantes (14,8%), alimentos y bebidas no alcohólicas (13,9%) y transporte (12,8%).
En cambio, la sanidad fue la única clase de consumo por objetivo que experimentó una reducción de precios (-3,57%) y que estará relacionada con el fin de las tarifas de los usuarios en el SNS desde el 1 de junio.