Podemos y debemos empezar por explorar nuestra patria: el territorio portugués es uno de los lugares más maravillosos del mundo, así que ¿por qué no elegir una escapada aquí mismo? Disfrute de los paisajes, de la comida tradicional y de un ambiente en el que la amabilidad perdura en el aire. Acompáñenos en este breve recorrido por la capital de São Miguel y déjese sorprender por los lugares imprescindibles que debe visitar en su escapada a la principal isla de las Azores.


En la ciudad


Algunos paseos son clásicos para quienes visitan las Azores y conocer Ponta Delgada es uno de ellos. Con poco más de sesenta y siete mil habitantes, es la capital de São Miguel -la isla más grande del archipiélago- y se presenta como una ciudad en la que se siente el auténtico patrimonio, donde las aceras empedradas son típicamente portuguesas y la naturaleza forma parte de la vida cotidiana.


Cuando visite Ponta Delgada, comience por las Portas da Cidade (puertas de la ciudad). Esta construcción en piedra basáltica, compuesta por tres arcos, data de 1783 y su ubicación inicial era en el antiguo puerto de la ciudad, pero a principios de los años 50 fueron demolidas y reconstruidas en su ubicación actual, en la Praça Gonçalo Velho.


Junto a la entrada de la ciudad se encuentra el Largo da Matriz, la plaza principal de la iglesia, y la Torre do Relógio, la torre del reloj que forma parte de la iglesia de São Sebastião, considerada la sede de Ponta Delgada, y que está hecha con la piedra negra de basalto, al igual que las puertas de la ciudad, que se encuentra en todos los monumentos públicos de las Azores.


Desde el Largo da Matriz se puede acceder a diversas calles donde se encuentra el comercio local y algunas de las tiendas típicas de la isla que aún conservan sus rasgos auténticos de época. Una vez allí, no pierda la oportunidad de visitar El Louvre Miguelensela pastelería más conocida de Ponta Delgada.


Al visitar São Miguel, la Câmara Municipal de Ponta Delgada, el ayuntamiento, y la Torre Sineira, el campanario, también merecen una visita. Prepárese para subir 106 peldaños en una escalera de caracol, pero que bien merecen el esfuerzo porque, cuando llegue a la cima del monumento, tendrá una vista de 360 grados desde la que contemplar la belleza de la ciudad.


A sólo quinientos metros de la Praça do Município, una de las plazas de la ciudad, se encuentra uno de los monumentos más visitados de Ponta Delgada: Convento e Capela de Nossa Senhora da Esperança, el Convento y Capilla de Nuestra Señora de la Esperanza. Se terminó de construir en 1540 y, además de seguir siendo habitado por monjas de la Orden de San Francisco en la actualidad, guarda en su capilla (un espacio compuesto por tallas doradas y extraordinarios azulejos portugueses del siglo XVIII) el tesoro de Nuestro Señor Cristo de los Milagros.


Al pasear por las distinguidas calles de la isla encontrará muchos otros puntos de interés, como la Iglesia del Colegio de los Jesuitas, el Jardín de Antero de Quental, el Palacio de la Conceição, la Iglesia de Nossa Senhora do Carmo, el mercado de Graça, la Iglesia de São Pedro, el jardín de António Borges y la plantación de piñas de Augusto Arruda.


Destaca la plantación Augusto Arruda, un lugar de acceso libre con más de cien años de historia, así como el jardín António Borges, conocido por sus especies arbóreas de todo el mundo y su conjunto de cuevas.


Junto al mar


Después de visitar la ciudad, creemos que estará en el primer lugar de su lista de prioridades explorar la miríada de maravillas que se encuentran más cerca del mar que rodea esta hermosa isla de las Azores. Ponta Delgada cuenta con un deslumbrante paseo marítimo frente al Atlántico, y el malecón está repleto de terrazas, bares y restaurantes que sirven lo mejor de la cocina regional e internacional.


Comience su recorrido marítimo en la Avenida Infante Dom Henrique contemplando el fantástico puerto deportivo de Ponta Delgada y el paseo marítimo donde se puede pasear, ir en bicicleta o incluso darse un baño en la piscina São Pedro, también conocida como piscina Oceânica. A tan sólo un kilómetro del puerto deportivo, se encuentra el Forte de São Brás, la mayor fortaleza que aún funciona en la isla de São Miguel al mando de la Zona Militar de las Azores, situada en el extremo occidental del puerto de Ponta Delgada. Aproveche su visita a este gran monumento y visite el Museo Militar de las Azores.


Ya que está en el paseo marítimo, a sólo cinco minutos a pie de las hermosas calles de São Miguel, puede encontrar el Campo de São Francisco, la plaza de la ciudad y una de las más grandes de las Azores, donde se erigió el Monumento ao Emigrante como homenaje a los azorianos dispersos por el mundo.


Cerca del mar, asegúrese de ir a ver cetáceos, ya que podrá ver cachalotes y delfines. Las actividades náuticas, como los paseos en barco por mar abierto e incluso el surf, son imprescindibles en las islas, ya que las Azores están repletas de biodiversidad marina. Para disfrutar al máximo de la costa azoriana, no deje de visitar las playas de Ponta Delgada, unidas por un litoral de 5 km entre Ponta Delgada y Praia do Pópulo con el bulevar de la Avenida do Mar siempre al lado.


Aquí destacamos el mirador de Ilheú de Rosto de Cão, las playas de São Roque y Milícias, las ruinas de la fortaleza de São Caetano y el Cabo de Ponta dos Caetanos.


Puede conocer estos lugares inolvidables y disfrutar de actividades y experiencias a través de visitas guiadas.


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