"Están atrapados en un hotel de Arequipa, adonde llegaron con gran dificultad. El sábado por la noche se quedaron atrapados en la carretera Panamericana en dirección a Cuzco. Iban en un autobús en el que estuvieron 50 horas atrapados porque las carreteras estaban cortadas por los manifestantes", explicó a Lusa Paula Rodrigues, madre de uno de los estudiantes.
Las protestas en Perú se han intensificado en los últimos días, con el bloqueo de carreteras y la ocupación del segundo aeropuerto del país, el de Arequipa, a unos 1.200 kilómetros de la capital, Lima.
Cuando el grupo se dio cuenta de que el autobús tendría dificultades para salir del lugar, los jóvenes portugueses, junto con dos daneses, dos peruanos y el guía, decidieron caminar hasta el pueblo más cercano, según Paula Rodrigues.
"Llegaron a un pueblo en medio del desierto donde consiguieron una furgoneta que les permitió llegar a otro pueblo", relató la madre de un joven de 24 años atrapado en Perú.
Cogidos por sorpresa
Cuando los jóvenes llegaron a Perú, les pillaron por sorpresa los disturbios provocados por la destitución del presidente de Perú, Pedro Castillo, detenido acusado de promover un "golpe de Estado". En Arequipa, unos 2.000 manifestantes asaltaron el lunes la pista del aeropuerto, suspendiendo el tráfico aéreo.
Además del bloqueo del aeropuerto, las manifestaciones en Perú se han intensificado con el cierre de carreteras en todo el país, en un amplio movimiento popular e indígena que se opone a la élite política de Lima.
Los estudiantes portugueses tenían previsto regresar hoy a las 16.30 (hora de Lisboa), pero a esa hora seguían alojados en un hotel de Arquipa, a unos 1.200 kilómetros de la capital.
Los jóvenes son compañeros de un curso de medicina en la Universidad de Coimbra, habían terminado el curso de seis años y habían hecho los exámenes finales y como recompensa decidieron hacer un viaje de dos semanas: Una semana en Río de Janeiro y otra en Perú.
El lunes intentaron ponerse en contacto con la embajada portuguesa en Perú, con la que han estado en contacto, pero los padres de los jóvenes empiezan a preocuparse por no poder garantizarles un rápido regreso.
"En este momento están atrapados en un hotel a la espera de una solución para regresar", dijo Paula Rodrigues, explicando que la idea es conseguir una conexión a Lima y luego tomar un vuelo a Europa.