En una respuesta escrita a Lusa sobre el aumento de los contagios de SRAS-CoV-2 en China, el Ministerio de Sanidad aseguró que las autoridades portuguesas están vigilando la situación epidemiológica "junto con los socios europeos y las organizaciones internacionales, concretamente en el ámbito de actividad del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades".
Aún así, y a diferencia de algunos países, Portugal no prevé el refuerzo de las medidas de control y mitigación de la pandemia.
"En este momento, y de acuerdo con la información disponible, no se prevén cambios en los procedimientos o medidas adicionales, continuando la vigilancia genómica del SARS-CoV-2 a través del Laboratorio Nacional de Referencia", dijo el Ministerio de Salud.
El abrupto fin de la política china de "cero covirus" está suscitando preocupación en varios países, entre ellos Estados Unidos, que está estudiando la posibilidad de imponer restricciones de entrada a los viajeros chinos, ya que China se enfrenta actualmente a la mayor oleada de infecciones del mundo, amplificada por la aparición de nuevas variantes.
También es motivo de preocupación la falta de transparencia en cuanto al número de contagios, que las autoridades han dejado de publicar diariamente y dicen que es difícil de contabilizar porque las pruebas ya no son obligatorias.
Ante el aumento de contagios, el gobierno italiano ya ha anunciado la obligación de realizar un test de covid-19 a los viajeros procedentes de China, medida que ya se aplicó en la región de Lombardía, donde se encuentra el aeropuerto internacional de Malpensa, en Milán.