La clasificación de la revista tiene en cuenta el PIB, la inflación, el alcance de la inflación, la evolución de la bolsa y la deuda pública.
A la cabeza de la lista figura Grecia, y la publicación señala que "por primera vez en mucho tiempo, la fiesta económica tiene lugar en el Mediterráneo".
"Otros países que se hundieron en las profundidades de la economía a principios de la década de 2010, entre ellos Portugal y España, también obtuvieron buenas puntuaciones", señalan. Factores como la recuperación del turismo y la menor dependencia del gas ruso contribuyeron a estos resultados.
Otra de las sorpresas de la clasificación económica de este año es Israel, que ocupa el 4º puesto después de Irlanda. Por otro lado, en las inesperadas participaciones negativas, Alemania ocupa el puesto 30, así como dos países bálticos, Estonia y Letonia, que "se ganaron elogios en la década de 2010 por sus rápidas reformas" pero que ahora ocupan el último lugar.