Las sugerencias forman parte de la cuarta revisión del rendimiento medioambiental de Portugal publicada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en la que la organización de 38 países analiza el rendimiento medioambiental del país en la última década y formula 26 recomendaciones.
Para mejorar este rendimiento, es necesario "transferir la inversión de la construcción de nuevas carreteras a la mejora de la red ferroviaria".
Y Portugal, sugiere la organización, debería considerar la introducción de impuestos basados en el número y tipo de animales y en el uso de fertilizantes, y desviar las ayudas públicas de las actividades con emisiones de alta intensidad en el sector agrícola.
Es necesario, refuerza el documento de la OCDE, aumentar las tasas de captación de agua para la agricultura, reforzar el control de las captaciones y limitar las nuevas licencias en determinadas regiones, y "acelerar la transferencia de los costes de gestión de los residuos urbanos a las familias mediante tasas específicas identificables, disociadas de la factura del agua".
Reforma de la fiscalidad verde
Portugal también debe completar la evaluación de la reforma de la fiscalidad verde, "con vistas a una aplicación más coherente del principio de quien contamina paga", cerrando la diferencia impositiva entre el gasóleo y la gasolina, promoviendo los vehículos menos contaminantes, variando los precios de los peajes "en función de las emisiones de los vehículos" y desarrollando zonas de bajas emisiones en las ciudades.
Es necesario, dice el documento, seguir apoyando la adquisición de vehículos con bajas emisiones de carbono y acelerar la implantación de estaciones de recarga en todo el país.