Tras un comienzo con ganancias cercanas al 1%, las bolsas europeas invirtieron su tendencia alcista y ahora caen, dando muestras de que los inversores siguen preocupados por la inestabilidad del sector bancario. El principal índice de Lisboa, que subió un 0,54% en la apertura, registró el peor comportamiento entre sus homólogos, con una caída del 1,69%.


A las 13.18 horas, el Stoxx 600 paneuropeo perdía un 0,84%, el CAC-40 francés un 1,09% y el FTSE 100 británico un 0,7%. La plaza de Fráncfort también pierde casi un 1%, y la española se deprecia un 1,16%.


Sólo hay un cotizado del índice PSI en positivo, mientras que Sonae y CTT destacan en pérdidas, en una semana en la que ambas compañías presentaron sus cuentas anuales del pasado ejercicio. BCP, el único banco que cotiza en el PSI, retrocede un 2,02%, hasta los 18,89 céntimos por acción, con lo que acumula pérdidas superiores al 15% en los últimos cinco días.


Ya el dueño de Continente se hunde un 7,53%, un día después de anunciar unos beneficios de 342 millones de euros, un 27,7% por encima de los registrados en el ejercicio anterior. Y CTT, que presentó cuentas anuales tras el cierre de la sesión anterior, cotiza con un descenso del 4,86%. Correios registró un resultado neto de 36,4 millones de euros en 2022 , lo que supone una caída del 5,2% respecto a 2021.


En la banca internacional, las acciones de Credit Suisse caen casi un 12%, hasta los 1,79 francos, después de que el miércoles viviera su jornada más complicada en Bolsa, al perder una cuarta parte de su valor. El banco había entrado en la sesión de este viernes subiendo más de un 1%.


Los últimos días han inquietado a los inversores ante la posibilidad de una crisis financiera mundial. El detonante fue la quiebra del Silicon Valley Bank el pasado viernes, seguida del colapso de Signature el domingo. Las turbulencias cobraron expresión y se vieron respaldadas por los mercados financieros europeos, en particular en el sector bancario.


A pesar de ello, el Banco Central Europeo (BCE) decidió subir de nuevo los tipos de interés en 50 puntos básicos el jueves. La institución dirigida por Christine Lagarde trató de tranquilizar a los inversores y a los clientes bancarios, asegurando que "el sector bancario de la zona euro es resistente, con fuertes posiciones de capital y liquidez". Pero, de momento, los inversores parecen temer que se repita lo de 2008.