A partir de entonces, esta exposición de verano estará abierta los días laborables de 9:00 a 13:00 y de 14:00 a 17:00, y es gratuita.
Biografía del artista
BJ Boulter creció en Dar es Salaam, la capital de Tanganica, en el océano Índico. Estudió en la Saint Martin's School of Art y en la Lucie Clayton School of Design de Londres. Llegó a Portugal para reunirse con su familia, recién llegada de Tanzania hace más de sesenta años, y se instaló en el Algarve, convirtiéndolo en su hogar, su base desde la que explorar otros países.
Su carrera como diseñadora de producción cinematográfica comenzó en Hong Kong y la ha llevado por todo el mundo, siempre detrás de la cámara. El dibujo y la pintura fueron parte integrante de su trabajo de escenografía. "Me encanta crear una escena para contar una historia". Es un proceso al que actualmente se dedica a tiempo completo.
Hoy en día, su cuaderno de bocetos está siempre con ella, listo para capturar la escena, de la que se inspira para plasmar una historia en el lienzo. Estas obras son figurativas, reflejo de sus viajes a Zanzíbar a principios de los noventa. Recientemente, la afluencia de turismo está afectando a la isla, privando a las comunidades locales del acceso a los recursos marinos y costeros, que ahora son el centro de la actividad turística.
Declaración de la artista
Zanzíbar. El propio nombre evoca encanto. Sus playas de arena nacarada bordeadas de palmeras están bañadas por un mar azul pálido y transparente. Esta isla de las especias enriquece nuestro paladar con sabores y fragancias exóticos, y se ve realzada por su colorida gente. A mi regreso en 1990, después de muchos años, trabajé en un cortometraje. Empecé a deambular por las estrechas calles de Stone Town, la única ciudad de Zanzíbar. Me maravillaban las puertas gigantescas, profusamente talladas, que daban a patios luminosos. Había tiendas diminutas, oscuras y llenas de mercancías antiguas. En el mercado se exhibían cestas llenas de especias. Los bulliciosos pescadores entregaban la pesca del día al capitán del puerto, y por allí desfilaban bicicletas y ciclomotores repletos de mercancías.
Alquilé una pequeña bicicleta y recorrí bosques de especias, plantaciones de plátanos, pueblos con palmeras y escuelas. Me detuve en las playas plateadas para ver trabajar a los constructores de barcos. El entusiasmo empresarial era palpable, los artesanos estaban dispuestos a charlar y contar sus historias en el suajili musical y cadencioso de las islas de las especias. La gente de Zanzíbar quedó grabada en mi memoria, con su entusiasmo por participar en la película y con su alegría cuando su artesanía fue admirada y apreciada.
Mis recuerdos traen las voces de Zanzíbar a esta exposición. En mi estudio hay un alijo de coloridas kangas con proverbios en swahili. Mi reto es contar sus historias. Zanzíbar fue una experiencia gozosa y, como artista, trato de captar la textura y los colores de estos magníficos tejidos.
Para más información, póngase en contacto con la artista en: bj.oxala@gmail.com - Las obras de BJ Boulter pueden verse en bjboulter.com.