Según un informe de ECO, en los últimos tres años los costes laborales por unidad producida han aumentado en la mayoría de los países. Esto ocurre cuando la remuneración de los trabajadores (salarios y otras compensaciones) en términos nominales registra un crecimiento superior al aumento de la productividad.
Es el caso de Portugal, que entre el cuarto trimestre de 2019 y el primero de este año registró un aumento del 19,2% de los costes laborales por producción, cerca de 1,2 veces por encima de la media la OCDE.
Entre los 29 países de la OCDE con datos al respecto, solo Irlanda tuvo una caída de los costes laborales por riqueza generada en los últimos tres años. En la dirección opuesta se encuentra Lituania que, en los últimos tres años, ha registrado un crecimiento de casi el 40% en los costes laborales.
Sin embargo, cuando se tiene en cuenta la inflación a efectos de cálculo, Portugal salta a la cabeza del pelotón, mostrando el mayor aumento real de los costes laborales por unidad producida en los últimos tres años entre los países de la OCDE.
Según los datos de la OCDE, el coste real de la mano de obra por unidad producida en Portugal aumentó un 4,9% entre el cuarto trimestre de 2019 y el primer trimestre de este año, mientras que en promedio para los países de la OCDE hubo una disminución real del 1,1% de los costes laborales.
"Somos el país de Europa donde el salario mínimo está más cerca del salario medio", recuerda João Cerejeira, profesor de la Universidad de Minho, señalando también que Portugal es uno de los países donde "más ha subido el salario mínimo en los últimos años".