La compañía con sede en Dublín atribuyó su aumento de beneficios al "fuerte" repunte de la actividad durante la Semana Santa y la coronación de Carlos III en mayo.

Ryanair también se ha recuperado de la caída del tráfico de pasajeros que registró el sector tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, que redujo los beneficios del primer trimestre de ese año a sólo 170 millones de euros.

La aerolínea ha anunciado que había transportado 50,4 millones de pasajeros entre abril y junio, más de un 11% más que el año pasado por estas fechas. Por su parte, el factor de ocupación, que mide la tasa de ocupación de los asientos en cada vuelo, subió tres puntos, hasta el 95%.

Al mismo tiempo, el líder europeo de los vuelos de bajo coste aumentó sus ingresos hasta los 3.650 millones de euros, un 40% más que a finales de marzo.

En este sentido, los ingresos por pasajero crecieron un 27% al tiempo que la tarifa media del billete subió un 42%, hasta 49 euros, y los ingresos complementarios, como el embarque prioritario y las comidas a bordo, crecieron un 4%.

En el lado opuesto, los costes de la aerolínea crecieron un 23%, hasta los 2.940 millones de euros, debido sobre todo al precio del combustible y al aumento de los costes laborales y las tasas de control del tráfico aéreo.

Mientras tanto, Ryanair se aseguró de cubrir sus necesidades de combustible, ya que adquirió el 85% por adelantado al precio de 89 dólares el barril.

El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, añadió en un comunicado que espera alcanzar un volumen de tráfico de pasajeros de unos 183,5 millones de personas hasta marzo del próximo año, lo que supone un aumento del 9%, aunque estimaciones anteriores situaban el objetivo en 185 millones.

El responsable de la compañía alertó de que la aerolínea podría retrasarse en sus expectativas iniciales debido a demoras en la entrega de nuevos aviones por parte de Boeing en "la primavera u otoño de 2023".

O'Leary garantizó que este factor, junto con la "volatilidad" de los precios del combustible y el "riesgo de que la demanda caiga en invierno, impide a la compañía hacer previsiones económicas para la segunda mitad del año fiscal".

Mientras tanto, O'Leary declaró que Ryanair es "cautelosamente optimista" sobre el "modesto" aumento de sus beneficios líquidos respecto al ejercicio anterior, en el que ingresaron 1.428 millones de euros.