La tarjeta digital del donante y la reserva online, desarrolladas en el marco de la transición digital del Instituto Portugués de Sangre y Trasplantes(IPST), pretenden "eliminar barreras para que las personas puedan ejercer su generosidad de forma más sencilla", explicó a Lusa Margarida Tavares.
Añadió que estas dos herramientas, desarrolladas en colaboración con la Agencia de Modernización Administrativa, son una forma de atraer a donantes jóvenes, de entre 24 y 45 años, pero también de mantener activos con donaciones regulares a los ya existentes.
"Tenemos que ofrecer todas las formas posibles para interactuar de forma rápida y fácil con el IPST", subrayó el secretario de Estado, destacando que los "portugueses son personas muy generosas" en relación con las donaciones de sangre.
La tarjeta digital de donante es una aplicación para el teléfono que ya se ha descargado unas 6.600 veces en el último mes y en la que el donante tiene acceso a información diversa, como las fechas de donaciones anteriores en las que se puede volver a donar, las fechas de las citas y el grupo sanguíneo.
Las nuevas donaciones pueden reservarse a través del sitio del IPST, para lo que hay que rellenar un formulario "rápido y accesible", explicó Margarida Tavares.
Según ella, entre 2008 y 2021 "se notó una fuerte reducción de donantes" en Portugal, pero sin llegar a un punto de ruptura, una tendencia que se ha invertido con la pandemia, con el país ahora con "donaciones en aumento y períodos de buena estabilidad".
Además de que el verano suele registrar menos donaciones, la Jornada Mundial de la Juventud también se celebra a principios de agosto, lo que exige "un esfuerzo adicional con las asociaciones de donantes de sangre" para garantizar reservas elevadas, afirmó Tavares.
"Como la espera no traerá necesidades adicionales, siempre es bueno garantizar que tenemos algunas reservas adicionales", señaló la secretaria de Estado.
Las condiciones esenciales para que una persona pueda ser donante de sangre es tener entre 18 y 65 años, siendo la primera donación antes de los 60, pesar 50 kilos o más y estar sano.
Según el IPST, los hospitales portugueses necesitan 1.100 unidades de sangre y componentes sanguíneos al día.