Los programas europeos que ofrecen la ciudadanía "a cambio" de inversiones -en concreto, inmobiliarias- siguen vivos en Europa, a pesar de los llamamientos a poner fin a la expedición de nuevos visados dorados.

Se trata de un tema controvertido en Portugal, donde el Gobierno quiere poner fin al programa Golden Visa tras más de una década en vigor.

A pesar de toda la polémica, un artículo publicado por Bloomberg informa de que sigue habiendo interés por este programa de atracción de inversiones. En Grecia y Portugal, el número de visados concedidos en los últimos meses ha ido en aumento: "Los Golden Visas portugueses son más populares que nunca", reza el artículo. En Italia y España, la demanda ha alcanzado niveles récord.

Miembros del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea han recomendado a los países de la Unión Europea (UE) que cierren este tipo de programas, algo que ya ha ocurrido en Irlanda y el Reino Unido. El conflicto entre Rusia y Ucrania ha puesto los visados dorados bajo una lupa adicional por ser, como dijo la diputada belga Saskia Bricmont, una vía potencial para que "oligarcas, criminales y políticos corruptos" puedan comprar "su entrada en Europa y blanquear su dinero, imagen e identidad".

Lo cierto es que, a pesar de todo, hay pocas pruebas de que los visados dorados sean más difíciles de obtener. "No hemos visto cambios significativos en la dificultad de obtener un visado", dijo Patricia Casaburi, directora general de la consultora de inmigración Global Citizen Solutions, citada por Bloomberg, señalando que sigue habiendo mucho interés en el programa.