El Estádio da Luz, en Lisboa, es el mayor recinto deportivo portugués, con capacidad para cerca de 65.000 espectadores; el Estádio do Dragão, en Oporto, y el Estádio José Alvalade, también en la capital, ambos con aproximadamente 50.000, son los únicos recintos nacionales que cumplen los requisitos de la FIFA para albergar partidos de la Copa del Mundo.
Según el pliego de condiciones de las organizaciones mundialistas, los estadios candidatos deben tener al menos 80.000 localidades para albergar las finales y las ceremonias de apertura, 60.000 para los partidos a partir de cuartos de final y el resto de asientos, como mínimo, 40.000.
Además de pertenecer a los tres "grandes", estos estadios tienen en común ser herederos de la Eurocopa 2004, la mayor competición de fútbol jamás organizada en Portugal, al haber sido construidos para albergar el torneo.
En aquella ocasión, el Dragão acogió el partido inaugural y el Luz la final -en ambos casos enfrentamientos entre Portugal y Grecia-, mientras que el Alvalade albergó la semifinal.