Esta recertificación marca la séptima vez que Zoomarine recibe esta distinción, manteniendo esta credencial de forma continua desde que se convirtió en uno de los primeros zoológicos de Europa en obtenerla, en 2018. "Contamos con un equipo extraordinariamente dedicado, apasionado y profesional, que se esfuerza diariamente por garantizar el bienestar de todos nuestros animales. El reconocimiento de este compromiso inquebrantable con nuestros animales por parte de un programa tan respetado como Global Humane Conservation valida nuestros altos estándares de bienestar animal y estamos orgullosos de haber recibido de nuevo esta prestigiosa certificación", ha declarado la Dra. Carla Flanagan, Directora Zoológica de Zoomarine.
Para ser reconocido como Global Humane Certified, Zoomarine se sometió a una rigurosa evaluación independiente que analizó el bienestar de los animales de las instalaciones y demostró la excelencia general de sus prácticas de cuidado y bienestar animal. Este proceso único se enmarca dentro de los últimos avances científicos sobre las mejores prácticas, instruido por respetados veteranos y expertos en los campos del bienestar animal, la ciencia animal, la zoología y la ética, que cuentan con décadas de experiencia en la protección de los animales.
"Estamos encantados de que Zoomarine siga cumpliendo los estándares del programa Global Humane Conservation", declaró el Dr. Robin Ganzert, Presidente y Director General de Global Humane. "Esta certificación permite a Global Humane reconocer el amplio alcance del movimiento de bienestar animal en zoológicos, acuarios y parques de conservación de todo el mundo", añadió.
El proceso de validación independiente garantiza a los visitantes que la institución cumple un alto nivel de cuidado. Este procedimiento incluye la presentación de una solicitud de preauditoría, seguida de una auditoría in situ que evalúa el bienestar de los animales. Los factores que se tienen en cuenta durante la auditoría son el alojamiento, la alimentación, el agua, la iluminación, la sombra, el sonido, los niveles de actividad y la formación del personal que interactúa con los animales, entre otros. Los criterios son específicos para cada especie.