El documento entregado por el Gobierno a la Asamblea de la República destaca que, con la revisión del Plan Nacional de Energía y Clima (PNEC 2030), "será necesario operacionalizar las medidas previstas para garantizar que Portugal se posicione en una trayectoria de descarbonización alineada con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática hasta 2045", y que "en consecuencia, se revisará la Hoja de Ruta para la Neutralidad de Carbono".

El refuerzo del área de energías renovables conducirá, dice el Gobierno en el documento, a objetivos más ambiciosos, "entre los que destaca la cuota del 51% de renovables en el consumo final bruto de energía que debe alcanzarse en 2030, frente al 47% anterior".

Además del aumento de las energías renovables, los incentivos a la producción de gases renovables y al almacenamiento de energía, y las medidas sobre materias primas críticas, en 2025 habrá nuevas medidas y apoyos para reforzar la eficiencia energética y combatir la pobreza energética.

Según el documento, también se elaborará un Plan Nacional de Restauración Ecológica, y en cuanto a los espacios protegidos "en 2025 volverán a existir directores, equipos técnicos y vigilantes de seguridad asignados para su gestión eficaz".

"Con este cambio, las reservas y parques naturales dejarán de ser gestionados a distancia por las consejerías y pasarán a contar con equipos permanentemente sobre el terreno y próximos a los problemas locales de conservación de la naturaleza". En una primera fase, también para evaluar el impacto del cambio, el nuevo régimen se aplicará a cinco áreas protegidas, una en cada región del continente", indica el Gobierno, que también quiere profundizar en el modelo de cogestión de áreas protegidas.

En el mismo ámbito, según el OE2025, "se prestará especial atención a las áreas marinas protegidas", y en materia de protección costera, se presentará el Programa de Acción para la Resiliencia Costera 2025-2040.

En el ámbito forestal, el Presupuesto habla, sin concretar, de actuaciones para preservarlo y reducir el riesgo de incendios, apoyando el Programa de Transformación del Paisaje, los zapadores forestales y otras iniciativas de ordenación del territorio.