Según el Ministerio del Interior británico, hasta el 31 de diciembre se habían presentado 436.650 solicitudes de ciudadanos portugueses.
De las 419.910 solicitudes tramitadas, 236.580 obtuvieron el estatuto permanente, 158.370 el estatuto provisional, pero 24.850 fueron rechazadas, invalidadas o anuladas.
El estatus permanente (estatus de asentado) se concede tras cinco años de residencia continuada en el país, pero los que llevan menos tiempo reciben un estatus provisional (estatus de preasentado) hasta que completen el tiempo necesario.
El informe también indica que 43.710 de las solicitudes portuguesas se repitieron, ya sea para obtener la autorización o para pasar del estatus provisional al permanente.
De las solicitudes portuguesas repetidas, 2.510 fueron rechazadas y 390 están a la espera de respuesta.
¿La cifra real?
El investigador académico Kuba Jablonowski dijo que es difícil conocer el número real de personas en el Régimen de Asentamiento de la UE [EU Settlement Scheme, EUSS] debido a la forma en que se realiza el proceso.
"Como el Ministerio del Interior no asigna un identificador único a los candidatos, el análisis del número de candidatos tiene que basarse en métodos probabilísticos y navegar por los distintos estatutos registrados. Y el sistema es cada vez más complejo", dijo a la agencia Lusa.
Jablonowski, que trabaja en un proyecto sobre la EUSS para la Universidad de Exeter, dijo que planteó el problema en octubre de 2019, y que "podría haberse arreglado [porque] había pocas solicitudes repetidas en el sistema, pero ahora es demasiado tarde."
Otro problema es que "nadie lleva la cuenta de cuántas personas con estatus EUSS siguen en el Reino Unido", ya que muchas habrán abandonado el país entretanto.
El EUSS se abrió en 2019 tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea para garantizar el estatus de residencia a los ciudadanos de la UE, Islandia, Suiza, Noruega y Liechtenstein y a sus familiares cercanos de terceros países.
En total, el Ministerio del Interior británico ha recibido hasta ahora casi 6,4 millones de solicitudes, de las cuales había 333.200 después de la fecha límite del 30 de junio, con 328.000 sin terminar.
El Gobierno británico sigue aceptando solicitudes siempre que haya "motivos razonables" para el retraso, prometiendo un enfoque "pragmático y flexible".
Sin una prueba de estatus, o un certificado de solicitud, los inmigrantes europeos o sus familiares pierden sus derechos a residir y trabajar y a acceder a los servicios de salud, educación y apoyo social en el Reino Unido.