"No creo que Portugal pueda dar marcha atrás con el aborto. Fue necesario que las líneas radicales y religiosas en esta materia ganaran un peso brutal. Y hoy no hay voces a favor de una derogación/retroceso de la legislación".
El presidente respondía así al Diário de Notícias, que interrogó al jefe de Estado sobre la decisión que el Tribunal Supremo de EE.UU. debe anunciar este lunes sobre la inconstitucionalidad de la ilegalización del aborto decretada en 1973.
Marcelo Rebelo de Sousa fue, a lo largo de su carrera política y como comentarista de televisión, una de las voces contrarias a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en Portugal. En 1988, cuando esta cuestión se sometió a referéndum, Marcelo, que entonces era presidente del PSD, pactó con el primer ministro António Guterres (PS) para frenar la entrada en vigor de una ley aprobada ese año en el Parlamento que permitía abortar hasta las 12 semanas por decisión de la mujer.