En el tercer informe provisional de incendios rurales de 2022, el ICNF especifica que del total de la superficie quemada, 28.897 hectáreas fueron de población, 23.338 de matorral y 6.119 de agricultura.
Comparando las cifras de 2022 con el histórico de los 10 años anteriores, el ICNF señala que hubo un 6% menos de incendios rurales, pero un 59% más de superficie quemada, respecto a la media anual.
El año 2022, con datos hasta el 31 de julio, presenta el quinto valor más alto en número de incendios y el tercero en superficie quemada desde 2012.
Este año, julio es el mes con mayor número de incendios rurales, el 40% del total, siendo también el mes con más superficie quemada, 46.996 hectáreas, lo que supone el 81% de toda la superficie quemada registrada este año.
Las cifras también indican que este año los incendios con una superficie quemada inferior a una hectárea son los más frecuentes (82% del total). En cuanto a los grandes incendios, el ICNF informa, a finales de julio, de 12 incendios con una superficie quemada mayor o igual a 1.000 hectáreas.
Los cinco mayores incendios de este año se produjeron todos en julio, y el que más superficie consumió fue el que se declaró en el municipio de Murça, Vila Real, el 17 de julio (7.058 hectáreas). Le sigue el incendio de Pombal, en Leiria, con 5.126 hectáreas de superficie quemada (el 8 de julio).
En tercer lugar, el incendio de Chaves, Vila Real, el 15 de julio, con 3.368 hectáreas quemadas, luego Carrazeda de Ansiães, Bragança, el 7 de julio, con 3.330 hectáreas quemadas, y Ourém, Santarém, también el 7 de julio, que consumió 2.936 hectáreas.